martes, 7 de julio de 2009

Creatividad para resolver problemas

Cuando pienso en la montaña de papeles, cuentas, informes, proyectos y tanta información que enfrenta el nuevo gobierno al iniciar su gestión, no puedo menos que desearles muchos galones de buen café, una buena dosis de paciencia y días de 35 horas. En cada institución pública de El Salvador, la nueva administración revisa, lee, corrige, interpreta, saca conclusiones y trata de resolver cada crisis heredada de quienes irresponsablemente se gastaron el presupuesto del año en un solo trimestre; de aquellos que dejaron un saldo rojo al nuevo gobierno por las cuentas de viajes de los altos funcionarios, por las partidas secretas de funcionarios fantasmas, por las facturas de proyectos de última hora que nadie solicitó y que de nada han servido.
Pero hay algo más que el nuevo gobierno necesita para salir airoso de esta batalla contra la corrupción, la negligencia, la actitud feudal de quienes manejaron el país como si fuera su propia hacienda; algo que ni el refresco de cola o la paciencia de Penélope podrían sustituir: la creatividad. El pensamiento creativo hace posible resolver problemas críticos desde perspectivas novedosas, de manera que aquello que parece no tener solución con las herramientas del pensamiento lógico, las encuentra con el pensamiento lateral.
Pensamiento creativo es ver en perspectiva las distintas aristas de un problema para encontrar la solución que mejor se ajusta a las necesidades. Si no se hubiese aplicado pensamiento lateral al caso de Al Capone -a quien no pudieron procesar por criminal sino por evasión de impuestos- seguramente hubiera continuado cometiendo crímenes impunemente.
No estaría de más que el gobierno considerase un seminario sobre las técnicas de De Bono sobre pensamiento lateral para el aprendizaje de herramientas valiosas que le permitan desatar el nudo gordiano que le dejaron "marginado" en el escritorio.